Durante unas pruebas con unas nuevas técnicas de resonancia, científicos del laboratorio de Dartmouth (Hanover, EEUU), colocaron a un salmón muerto en un escáner de resonancia magnética funcional (fMRI).
Por «pura diversión«, le enseñaron imágenes de personas en distintas situaciones, preguntándole al salmón qué sensación le evocaba. Esto es una imitación de experimentos que se suelen realizar a humanos durante investigaciones científicas serias que intentan entender qué parte del cerebro está involucrada en qué actividades.
Lo curioso es que, por puro azar, aparecieron señales de actividad, justamente en partes del cerebro del salmón. Evidentemente, no había ninguna actividad en el diminuto cerebro, sino que se trata de pequeños errores de medición que a veces afectan a alguno de los voxels (píxeles en 3D) que se miden con estos aparatos.
Los científicos llevan unos meses dándole publicidad al caso, ya que esto debe ponernos en alerta ante los falsos positivos que podrían ocurrir en investigaciones reales.
Fuente: