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Parejas dentro de la familia: ruleta rusa genética

Aunque hay varias explicaciones al porqué socialmente, psicológicamente y culturalmente casi todos los pueblos tienen una reacción tan negativa ante la idea del incesto o incluso las relaciones entre primos, hay un peligro real y objetivo que históricamente puede ser la explicación de porqué se ven tan mal estas prácticas: la genética.Cada hombre o mujer tenemos una combinación única de genes, pero esos genes en sí no son únicos sino que tendrán unos más y otros menos éxito en la población (el acervo genético).

Cada uno de nosotros tenemos dos juegos completos de genes, uno del padre y otro de la madre (el 50% exactamente de cada parte), pero lo importante para lo que cuento hoy es que para cada propiedad, p.ej. tener el pelo rubio, existe un «hueco» en el que puede ir un «gen de pelo rubio» o el «gen de pelo moreno» (en realidad será mucho más complicado, es un ejemplo). En el caso de genes dominantes, basta que se herede la propiedad de uno de los padres para que el hijo tenga esa propiedad. Pero existen otro tipo de genes, que se llaman recesivos, que requiren heredar de los dos padres el mismo gen para que tenga efecto. Sin embargo, hay que darse cuenta que aunque el gen no se exprese en una persona, no quiere decir que no lo tenga, p.ej. poder pasar el «gen del pelo rubio» aunque esa persona sea morena.

Bien, pues el caso es que existen una gran cantidad de genes de enfermedades que por suerte son recesivos, pero que están muy extendidos en la población en general.
Un buen ejemplo es la fibrosis quística: uno de cada 25 somos portadores del gen que lo provoca. Solamente si tenemos la mala suerte de que nuestra compañera(o) también lo tenga, la enfermedad aparecerá en el hijo. Sin embargo, si se tienen hijos con un hermano(a), y yo tengo ese gen, hay un 50% de probabilidades de que él también lo tenga, un riesgo muchísimo más alto. El riesgo en caso de primos hermanos es del 12.5%. En este enlace se explican la forma de calcular estas probabilidades de compartición de genes entre dos miembros cualquiera de una familia (tio y sobrino, primos segundos, etc…).

Como era de esperar siguiendo esta idea, se ha comprobado experimentalmente que la muerte prematura (entendiéndose como antes de tener descendencia, que es lo único que importa hablando de evolución) es más alta siempre cuanto más cercana, familiarmente hablando, era la pareja. Igualmente, bebés nacidos con enfermedades extremadamente raras son, en muchísimos casos, frutos de parejas de hermanos o primos (más estadísticas aquí).

Referencias:

  • Genética médica, Lynn B. Jorde
  • El gen egoísta, R. Dawkins.

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