El trabajo, del físico Robert Ehrlich, ha concluido que solamente es necesaria una variable z para determinar la incidencia de formación de huracanes, siendo ésta una función de la temperatura de la superficie del mar (T), una temperatura de referencia (T0=25.5ºC) y la latitud (ϕ):
Usando este valor de z, la probabilidad de que se forme un huracán es proporcional a la sencilla fórmula:
Usando los datos desde 1960 hasta 2007, se han estimado los parámetros Cy n, resultando un n=3.5±0.5.
Evidentemente, este modelo predice un rápido aumento de huracanes con pequeños incrementos de temperatura, dado el alto valor del exponente n. Habrá que ver si en los próximos años este modelo realmente acierta con sus predicciones, ya que conseguir una fórmula que encaje con los datos no asegura al 100% su eficacia, aunque ya es algo.
Como ejemplo, si sube la temperatura un solo grado de 27º a 28º, el número de huracanes que arroja este modelo es de aproximadamente el doble.
[1] http://arxiv.org/abs/1002.3291
[2] http://www.technologyreview.com/blog/arxiv/24839/