Nuevas imágenes captadas por la Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) revelan que el doble huracán del polo Sur del planeta Venus ha desaparecido, tras tres años observándolo.
Allá por 1979, el antiguo Pioneer Venus de la NASA fotografió por primera vez detalladamente el polo Norte de Venus, y las imágenes revelaron un sorprendente doble huracán gigante, al que se apodó el dipolo de Venus:
La explicación que se dio a este extraño huracán fue que el aire caliente del ecuador se elevaba, llegaba hasta el polo donde se enfriaba y caía formando el vórtice rotante.
Durante décadas, los astrónomos predijeron que debería haber un dipolo similar en el polo Sur, basándose en el hecho de la gran energía disponible en la atmósfera de Venus, ya que la atmósfera al completo rota una vez cada 4 días terrestres, mientras que el suelo rocoso lo hace a una velocidad incomparablemente más lenta, una cada 117 días terrestres. Esto indica la gran velocidad a la que la atmósfera fluye en Venus, pudiendo alimentar de forma constante y sostenida grandes huracanes sin problemas.
En 2006, cuando el Venus Express de la ESA llegó al polo Sur de Venus, se observaron imágenes de lo que parecía ser un doble vórtice también en este polo, aunque no tan claro… Sin embargo, a lo largo de estos años han ido observándolo y efectivamente el vórtice va deformándose y cambiando de forma de una manera caótica.
Curiosamente, justo al llegar la nave se encontró la forma del huracán más parecida a un dipolo, pero, ¡fue solamente una casualidad!. Usando datos del espectrómetro VIRTIS, se ha descubierto que la dinámica del polo Sur son completamente diferentes a las del resto del planeta: mientras que en el ecuador los vientos cerca de la superficie rotan a casi el doble de velocidad que en las nubes altas, el vórtice del polo Sur, de casi 2900Km de diámetro, rota prácticamente como un sólido rígido.
Eje vertical: temperatura. Plano horizontal: la superficie del polo Sur. Izquierda: Ahora, Derecha: Como era justo cuando llegó la nave en 2006 (se aprecia el parecido a un doble vórtice, que ahora se ha perdido).
Moraleja: ¡Hay que ser precavidos antes de generalizar un fenómeno! (sobre todo de algo tan complejo como dinámica atmosférica).