Uno de los proyectos de éxito de la NASA es el satélite Kepler, destinado al descubrimiento de planetas extrasolares de tipo similar a la Tierra. Pero durante seis días, el satélite les ha dado un buen susto a los ingenieros al quedar inoperativo.
Todo empezó con una actualización de software que requería un reset de una tarjeta de interfaz de red. Dicha tarjeta se usa para comunicar los módulos de control de vuelo, orientación y los subsistemas de control y sensores.
Tras el reset, aparentemente la tarjeta corrompió las lecturas de un sistema giroscópico (reaction wheel), con lo que el sistema entró en una especia de modo a prueba de desastres (safe mode). Se activó el sistema de control de reserva, se apuntaron los paneles solares directamente al Sol y empezó a girar lentamente alrededor del eje que une el aparato con el Sol. Esta configuración preprogramada está estudiada para evitar que el satélite empiece a girar incontroladamente debido al empuje del viento solar.
Tras 144 horas, el sistema salió de dicho modo de alarma y los ingenieros rápidamente han ejecutado una descarga de todos los datos recogidos desde febrero, aún almacenados en la memoria de estado sólido del satélite.
Un equipo continúa investigando en detalle todo lo que ha ocurrido para aclarecer exactamente qué falló y porqué.
El proyecto Kepler ha sido todo un éxito, ya que en su año de funcionamiento ya ha descubierto más de 1200 objetos candidatos a planetas en otras estrellas, de los que unos 50 están en lo que hoy día se considera la zona compatible con existencia de vida por su distancia adecuada a su estrella.
Mosaico de imágenes tomadas por Kepler (información sobre qué se muestra aquí)