Además de sus aplicaciones para proteger discos duros o enfriar altavoces, son tan llamativos que podemos encontrar en Internet multitud de creaciones artísticas basadas en ferrofluidos. Os dejo algunas que he encontrado.
En este vídeo, dos electroimanes con formas de conos con surcos helicoidales surgen de un ferrofluido mientras generan un campo magnético al ritmo de la música. No sirve para nada útil pero, ¿y lo chulo que queda?
Este otro vídeo, mucho menos «artístico», explica de manera rápida en inglés cómo funcionan y en qué se suelen usar estos fluidos:
En ausencia de campo magnético, los momentos magnéticos de las partículas ferromagnéticas están orientadas al azar, por lo que el fluido no está magnetizado. En cuanto se aplica un campo magnético al fluido, las partículas se alinean rápidamente siguiendo las líneas del campo.
«Esculpiendo» un campo magnético «a medida», se puede controlar de forma precisa la posición de cada partícula del ferrofluido, ya que las partículas tienden a moverse hacia los lugares con mayor flujo magnético. Aumentando o disminuyendo la intensidad del campo se modifica la fuerza que «sujeta» al fluido en una posición dada, lo que en la práctica significa que se pueda vencer el peso de más o menos cantidad de fluido.
Para terminar, os dejo algunas fotos muy curradas (las fuentes originales están referenciadas en [2]):