(Artículo traducido de una colaboración con MappingIgnorance.org
Una de las principales tareas de cualquier miembro del mundo académico o grupo de investigación es dar a conocer los resultados de sus investigaciones. Por ello, se invierte una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo en generar manuscritos que serán revisados para su posible aceptación en revistas científicas o congresos internacionales. Ocupando esta tarea tantas horas en la vida de un investigador, está más que justificado preguntarse si se están empleando las herramientas más adecuadas para conseguir los mejores resultados, en términos de ratio calidad-del-manuscrito / tiempo-empleado-en-escribirlo.

Seguro que todos conocéis Microsoft Word, pero quizás algunos no sepáis qué es LaTeX. LaTeX (sí, se escribe así) se puede decir que es un “lenguaje de programación” (en realidad se parece más a un markup language, como HTML), en que si queremos marcar un texto en negrita, en lugar de marcar el texto con el ratón y pulsar un botón, se debe teclear un comando específico para ello. Y así con todo: tablas, imágenes, encabezados de sección, etc. Puede parecer farragoso, y lo es. Mucho. Aún recuerdo el cabreo que pillé cuando un profesor de doctorado me obligó a usar LaTeX por primera vez para un trabajo. Pero cuando se supera la (dura) curva de aprendizaje, realmente no hay vuelta atrás, ya que las ventajas de LaTeX son muchas:
- Excelente calidad en las ecuaciones matemáticas.
- Fácil generación de todo tipo de índices, listados de bibliografía citada, etc.
- Permite centrarse en el contenido, no en la forma. En teoría, un texto escrito según el estilo de una revista científica puede convertirse fácilmente a cualquier otra empleando un único fichero de estilo. En la práctica siempre surgen pequeñas incompatibilidades, pero en cualquier caso sigue siendo más rápido, limpio y seguro que realizar todos los cambios de formato y estilo uno a uno en Word.
O eso es lo que pensamos parte de la dividida comunidad de investigadores: la decisión de si usar Word o LaTeX es uno de esos temas que se han convertido en “religiosos”, como el equipo de fútbol favorito.
Pero por fin hay un punto de objetividad en este debate. Unos investigadores de Psicología Experimental de Giessen (Alemania) han decidido coger el toro por los cuernos y analizar cuantitativamente los pros y contras de ambos sistemas de escritura, habiendo publicado sus resultados en [1]. A continuación os resumo su experimento y las conclusiones.
La prueba
El experimento consistió en pedir a un grupo de voluntarios que pasaran unos textos a ordenador empleando Word o LaTeX en 30 minutos. A fin de caracterizar la eficiencia de escritura de todo tipo de textos, los investigadores emplearon tres tipos de textos: (1) un único texto largo (típica “parrafada”), (2) un texto con tablas y (3) uno con muchas ecuaciones (típico de matemáticas, física, ingeniería,…).
Además, se escogieron 40 voluntarios de forma que existieran 10 expertos y 10 novatos en cada uno de los sistemas (Word y LaTeX). Así se podría determinar si la eficiencia mejora mucho o poco al ir ganando experiencia en cada sistema.
Al finalizar, se midieron los errores cometidos y el porcentaje de finalización del texto, ya que la longitud de los mismos estaba pensado para que solamente un 90% de los expertos fueran capaces de completarlos. ¡Ah! Y la motivación de los voluntarios se aseguraba mediante premios de hasta 150€ a los mejores.
Los resultados
Empezando con textos largos continuos, vemos que Word es imbatible: hasta los (relativamente) inexpertos usuarios de Word ganan a los expertos de LaTeX tanto en cantidad como en calidad del texto escrito. Respecto a los errores ortográficos, hay que resaltar que los usuarios de LaTeX pudieron emplear su entorno de edición preferido con los plugins y añadidos que quisieran.
Como se ve en la siguiente figura, el estudio encontró que no sólo cunde menos hacer tablas en LaTeX, sino que la tasa de errores se dispara, aunque existe una enorme desviación estándar lo que demuestra que poderse, se puede… ¡aunque existan pocas personas capaces de lograrlo!
Como aporte objetivo, podemos encontrar por ejemplo el estudio en [2], que preguntó a varios editores de revistas científicas y encontró que las áreas donde LaTeX lo peta son Matemáticas (97%), Estadística (89%) y Física (74%), seguidos por Ciencias de la Computación (46%) y Astronomía-Astrofísica (35%), estando casi todas las demás áreas dominadas por Word… por ahora 😉
AÑADIDO 21:40 6/ABR/2015: Viendo las críticas al artículo de PloS en Twitter, espero que mi bias hacia LaTeX haya compensado un poco el resultado numérico aséptico del paper de Knauff & Nejasmic. Sólo hay que ver la primera gráfica con que abro el post, y eso que me dejo docenas de ventajas de LaTeX en el tintero 😉
Referencias
[1] Knauff, M., & Nejasmic, J. (2014). An Efficiency Comparison of Document Preparation Systems Used in Academic Research and Development. PloS one, 9(12), e115069.
[2] Brischoux, F., & Legagneux, P. (2009). Don’t Format Manuscripts. The Scientist, 23(7), 24.