Lo primero, esta es la evolución de los datos en bruto actualizados al primer trimestre de 2013: número de ocupados (16,63 millones) y de parados (6,20 millones):
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Que dejan el ratio de ocupados por cada parado en el histórico mínimo de 2.68, cuando en tiempos de «bonanza» llegó a superar el 11:
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Y muestro ya el ratio del que hablaba al comienzo: simplemente se trata de calcular la siguiente fracción:
Aumento trimestral del número de parados
r = ———————————————-
Número de personas ocupadas en ese momento
El indicador resultante lo muestro en unas unidades muy significativas: número de puestos de trabajo perdidos al día por cada millón de trabajadores. Viene a ser un indicador proporcional a la «probabilidad de despido», en el sentido frecuentista de probabilidad.
Este es el resultado sobre la serie histórica desde 2007:
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Se entiende mucho mejor viendo los datos desestacionalizados, para aislar el efecto de las contrataciones de verano. La siguiente gráfica muestra los mismos datos desglosados por año y por trimestres (1T,2T,3T,4T). Para 2013 sólo hay datos del primer trimestre, lógicamente.
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¿Cómo se pueden interpretar los datos? Es difícil, así que hacer un análisis serio se lo dejo a los expertos.
En mi opinión, sólo puedo resaltar algo interesante sobre los datos de los últimos primeros trimestres: obviando el desastre de 2009 (pinchazo de la burbuja inmobiliaria), no se aprecia una disminución significativa en el ritmo de despido, ni una tendencia clara. En 5 de los 6 últimos años se han despedido en torno a 170 personas por cada millón de trabajadores cada día (una probabilidad de despido del 0,017% de que te despidan cada día), y no se ve aprecia para nada ningún cambio de tendencia en el ritmo de destrucción, en lo que va de año.
Habrá que esperar al segundo trimestre para verificar si la aparente recuperación que se intuyó en 2012 sigue su curso o no.
Fuente: INE