Al igual que los objetos que nos parecen visibles lo son porque reflejan la luz, ocurre lo mismo con ondas mecánicas a mucha menor frecuencia cuando tratamos con el sonido. La ventaja experimental de este último es que al involucrar longitudes de onda macroscópicas, es mucho más fácil construir prototipos que en el caso de invisibilidad a onda de microondas o de luz visible, donde las estructuras son nanométricas.
Mediante simulaciones por ordenador los investigadores encontraron un diseño con 60 anillos de diferentes tamaños, formando una «jaula» alrededor del objeto a ocultar (una esfera). Los cálculos indican que las ondas de sonido reflejadas en la esfera se anulan (interferencia destructiva) con los dispersados por la capa de anillos.
José Sánchez-Dehesa y su equipo construyeron toda la estructura de plástico mediante una impresora 3D. Os dejo el vídeo donde el investigador de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) nos explica de primera mano el trabajo realizado:
PD: ¡Gracias a David P.P. por hacerme llegar el vídeo!