Entiendo que los diarios necesiten atraer visitas a golpe de titulares llamativos, pero eso no quita que podamos señalar la falta de ética y rigurosidad de dichas prácticas. El enésimo ejemplo lo hemos visto tras las elecciones del pasado 20D, al enterarnos, gracias a decenas de medios de prensa y televisión, que la prima de riesgo de España ha subido por la «inestabilidad política». Una media verdad sigue siendo una mentira, y eso no es propio del oficio de un periodista. Veamos los datos.
Se llama prima de riesgo de España a la diferencia entre el interés del bono estatal a 10 años de dicho país y el alemán, normalmente dado en puntos porcentuales. Todo esto, según el mercado secundario, que opera todo el año a diferencia de las subastas de deuda del Tesoro. Pues bien, empecemos viendo la evolución de la tasa de interés del bono español a lo largo de 2015, para que el lector se haga una idea del orden de volatilidad a que dicho índice está sujeto.
Para ser rigurosos, éste es sólo uno de los dos valores que entran en la ecuación de la prima de riesgo, falta por ver la de Alemania. El resultado de restar ambas es lo que se muestra abajo:
Efectivamente, se aprecia una subida (hecho indiscutible) tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015. Lo que me pregunto, totalmente en serio, es qué responderían los periodistas que han lanzado la voz de alarma si les pidiéramos explicaciones sobre el motivo de las innumerables subidas, mucho más pronunciadas, que han ocurrido durante una legislatura (2012-2015) con mayoría absoluta y total «estabilidad política»:
La verdad es que me sorprende que se pretenda, de manera reiterada, simplificar «hasta un titular» el comportamiento de mercados libres tan complejos como los financieros internacionales, que operan bajo la influencia de ingentes cantidades de información global. ¿Que entre dicha información está el hecho de que España ha pasado por unas elecciones que dejan un panorama complejo? Concedido. Pero el efecto alcista en la prima de riesgo no es más significativo que la esperada realimentación positiva causada por multitud de inversores que precisamente esperaban dicha subida (profecía autocumplida), por lo que en mi opinión tiene un fortísimo componente puramente especulativo. Un dato objetivo que apoyar esta idea es el rebote que ya, en sólo 3 días, parece haber dado la Bolsa española, recuperándose de la caída inmediatamente posterior a las elecciones.
Evitar comparar la subida de la prima de riesgo con valores históricos es mal periodismo, aquel que no necesita un marco de referencia ni datos cuantitativos en los que apoyar sus opiniones. Que se pretenda, desde los medios, asustar a los votantes con el mensaje implícito de que un gobierno que no sea del «bando correcto» causará inestabilidad económica no es más que otro intento de crear una profecía autocumplida, y en mi opinión, un ejemplo de mal periodismo cuando no de manipulación.