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Entrevista sobre coches sin conductor en «pistas de juguete» y el Project Tango (vídeo)

No podía dejar pasar la  ocasión de haceros llegar este entretenido vídeo de antiguos compañeros de laboratorio, grabado para PBS.org en el laboratorio de robótica de la Universidad de Washington dirigido por el Dr. Gabe Sibley. Una breve explicación en español, tras el vídeo.

En un laboratorio de robótica de la Universidad George Washington (UGW) en EEUU podemos encontrar una pista de carreras a escala miniatura, con su loop y todo. Pequeños coches a control remoto se lanzan por la habitación en saltos acrobáticos. «Son muy robustos y baratos, así que no hay problemas cuando un estudiante se carga 10 de ellos«, dice Gabe Sibley , director del laboratorio. Nadie pilota el vehículo: se conducen ellos de manera autónoma.

En el Grupo de Robótica y Percepción Autónoma en GW, los científicos investigan sobre cómo hacer que los robots y las máquinas vean.  «Nos preocupamos por hacer que las máquinas entiendan el mundo,  por lo general desde el punto de vista de las cámaras y la visión», explica Sibley.

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Los investigadores de la G.W. tienen «juguetes» de todas las formas y tamaños, desde los pequeños coches robóticos hasta un Lexus ISF a tamaño completo de 416 caballos que conducen por el centro de Washington DC probando un sistema basado en láser para detectar peatones, obstáculos y otros coches . Este coche no es autónomo aún, pero se trata de una plataforma crítica para probar las tecnologías que podrían conducir nuestros vehículos en el futuro.

El laboratorio de Sibley está siempre tratando de innovar, y lo último parece un smartphone normal y corriente. Equipado con la capacidad de hacer 250.000 mediciones en 3D por segundo, el diminuto sensor que representa más de una década de investigación en robótica ahora cabe en un bolsillo. En asociación con Google, la universidad de Washington ha estado trabajando en el teléfono, llamado Proyecto Tango, durante más de un año.

Esta tecnología ofrece un salto para los ingenieros robóticos, específicamente para los que trabajan en localización de robots. Este problema consiste en ayudar a un robot a conocer su posición en el mundo en cada momento, como explica Nima Keivan, estudiante postdoctoral. Si Kinect ya representó un salto enorme en las aplicaciones de la percepción 3D a la robótica y la reconstrucción 3D, el proyecto Tango promete ir paso más allá en cuanto a portabilidad del hardware necesario, abriendo nuevas posibilidades.

Google presentó el Proyecto Tango en febrero como una tecnología que podrían incorporar los futuros teléfonos Android, ayudar a los discapacitados visuales o permitir la construcción de mapas de los interiores de los edificios. Pero el compacto sistema también podría convertirse en los ojos de un robot o coche autónomo, como ya ha pasó con XBox Kinect en 2010.

Fuente: PBS

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