Gracias a un comentario de «nelson» en el meneo del anterior post, he descubierto lo que considero una interesantísima charla sobre el azúcar. El problema del azúcar, o sacarosa, es que contiene una molécula de glucosa (el combustible de todas las células) y otra de fructosa.
Ésta última, según la tesis y estudios presentados por Robert H. Lustig en el vídeo, debería ser considerada como tóxica para el cuerpo. Así de contundente: el azúcar, en cantidades medias a altas, y sobre todo si no se acompaña de fibra, causa innumerables transtornos en casi igual medida que el alcohol. La razón metabólica es que el cuerpo la trata de igual manera que al etanol en el hígado: lo fuerza a procesarla casi en exclusiva, no podiendo realizar «sus tareas» habituales.
No me alargo más, os dejo el vídeo. Está en inglés, pero se entiende bastante bien: