Hace unos años aparecieron varias noticias (1, 2, 3) anunciando que científicos de la NASA habían encontrado lo que se bautizó como «el flujo oscuro» del Universo: una «misteriosa» fuerza que tiraría de todo el Universo en una dirección particular (no confundir con la también hipotética energía oscura ni la materia oscura).
Si eso fuese cierto, podría implicar que existe «otro» universo, fuera de nuestro universo observable, con una masa tan grande que tiraba de las galaxias en esa dirección particular. El otro va entre comillas porque no es «otro universo» en el sentido de «en otra dimensión», sino, simple y llanamente, sería parte de nuestro mismo universo pero a una distancia tan enorme que la luz no ha tenido tiempo aún de llegarnos por lo que no lo podemos ver.
Según los astrónomos, el universo tiene su sistema de referencia absoluto, la radiación cósmica de fondo, con respecto a la cual todas las galaxias se deberían mover aleatoriamente (hablando con propiedad, con una media de cero) si la actual teoría del Big Bang es correcta (como convincentemente parece que es).
Pues este hallazgo tan publicitado parece que ha quedado como una falsa alarma. En lugar de estudiar el desplazamiento de clusters como hizo el equipo de la NASA en 2008, ahora un equipo de la universidad de Buffalo ha estudiado 557 supernovas, distribuidas en todas las direcciones del Universo.
Supernova 1994D (SN1994D) en la galaxia NGC 4526. La supernova es el punto brillante abajo a la izquierda. Pueden llegar a brillar más que toda la galaxia completa durante un breve período de tiempo. (Crédito: NASA)
Para las supernovas cercanas a la Tierra han encontrado que todas parecen seguir una misma dirección. Pero esto es lógico ya que, haciendo una analogía, nosotros y ellas vamos en el mismo «pequeño barco cósmico» dentro del mar del universo.
En cambio, cada supernova lejana parece moverse en una dirección arbitraria. No existe ese tirón hacia un posible universo oculto.
Los investigadores se muestran cautos aunque insisten en que sus datos claramente contradicen al anterior estudio. Su paper aparecerá en la Journal of Cosmology and Astroparticle Physics.
Definen su descubrimiento como «aburrido», ya que en lugar de proponer una «misteriosa nueva fuerza del universo», sus datos encajan perfectamente con lo que hoy es el modelo estándar de la cosmología: el modelo Lambda-CDT.
Las observaciones para el estudio fueron recogidas del dataset «Union2», en el que están involucrados diversos telescopios y medidas hechas en distintas épocas, reduciendo la posibilidad de errores sistemáticos introducidos por los autores del artículo.
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