
En resumen, si a un alumno se le atraganta una asignatura cuando ya queda poco para terminar la carrera, ¡la aprueba sin examen!. Las condiciones: que lo haya intentado en al menos cuatro convocatorias anteriormente sin éxito.
Este es el nuevo artículo (sacado de aquí):
Artículo 13. Evaluación extraordinaria.1. Los estudiantes que hayan cursado, en la Universidad de Málaga, al menos el 60% de los créditos correspondientes a una titulación de carácter oficial y validez en todo el territorio nacional, y a los que resten como máximo 18 créditos (o dos asignaturas de carácter anual, en el caso de titulaciones no estructuradas en créditos) para finalizar los correspondientes estudios, podrán aplicar, por una sola vez, la evaluación extraordinaria en una asignatura de dicha titulación en la que haya obtenido la calificación de “suspenso” al menos cuatro veces, una de ellas en los últimos tres cursos académicos, aún cuando hayan agotado el número máximo de convocatorias.
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4. La evaluación extraordinaria será efectuada por la Comisión encargada de realizar los reconocimientos de estudios en la respectiva titulación, a partir de la valoración global de la trayectoria académica del estudiante, analizando su expediente académico y cuanta información complementaria considere oportuno recabar, así como el informe emitido por el profesor responsable de la respectiva asignatura, en el que se deberá indicar la calificación final obtenida por el estudiante en las convocatorias a las que concurrió, y el percentil en relación al conjunto de los estudiantes matriculados en dicha convocatoria y asignatura, así como su nivel de adecuación a los objetivos y criterios de evaluación establecidos en la respectiva programación académica.
Lo preocupante es que la asunción implícita al utilizar el percentil del alumno dentro de la clase es que, si la mayoría de la clase saca notas bajísimas y él está entre ellos, que no se le valore mal porque (debe ser el razonamiento de quién ha propuesto esto) algo de culpa tendrá el profesor de que tanta gente suspenda.
Preguntado por la cuestión, Antonio Puerta, el director de Telecomunicaciones,…
…reconoce que cada curso los profesores del centro piden al menos en tres o cuatro ocasiones que se reúna la denominada comisión de sexta convocatoria para que sea un tribunal el que determine si conviene aprobar a un estudiantes que ha agotado sin éxito todas las convocatorias oficiales de exámenes. Esta solución se requiere cuando el alumno aunque suspenda la sexta prueba a la que tiene derecho antes de que se formalice su expulsión, logra una nota no excepcionalmente baja. «Surgen dudas razonables y en ese caso se reúne esta comisión en la que están el jefe de estudios y otros profesores para analizar la situación en su conjunto».
También ha opinado Antonio Ruiz, vocal del Colegio de Ingenieros Industriales:
«Se dan casos de profesores que exigen por encima de su capacidad y esto genera problemas»…
No estoy seguro de entender la frase, si se refiere a que se pide por encima de la capacidad del alumno… o del profesor. Si es del alumno, como supongo, me parecería un desprecio total al espíritu del esfuerzo académico: «el pobre no da para más». En mi humilde opinión, todos los que entran a una ingeniería podrían terminarla. A unos les cuesta poco, a otros mucho, y además depende de las circunstancias de la vida de cada uno. Pero esforzándose, se saca para alante.
Cuando los políticos se llenaban la boca con Bolonia y la «excelencia«, no me imaginaba algo como este mecanismo…